Las diferencias entre una piscina ecológica y una piscina tradicional

By | diciembre 17, 2022
piscina ecológica

Probablemente aún no sabes si construir una piscina tradicional o una piscina ecológica en tu jardín. En este artículo quiero contarte las diferencias que existen entre una piscina ecológica y una piscina convencional.

Veremos en particular, las diferencias en términos de estética, sensación del agua, diferencias técnicas, de manutención y también aquellas burocráticas y/o de precios.

Una piscina ecológica es un intermedio entre un lago ornamental con plantas acuáticas y una piscina.

En una piscina ecológica está presente una zona balnearia o de nado y asimismo una zona de regeneración con plantas acuáticas, por lo cual, se puede hacer un baño inmersivo en un entorno muy bello, agradable y natural.

Puede ser realizada con diferentes diseños, desde piscinas ecológicas con formas irregulares muy similares a un estanque, hasta aquellas con formas geométricas más parecidas a las de una piscina tradicional.

Además, la posición de las plantas puede variar dependiendo de tus preferencias. Las plantas pueden ser incorporadas en la misma zona balnearia, o en una zona al costado, e incluso también en un área alejada a varios metros de la balnearia.

Una piscina tradicional se usa solamente en verano, y normalmente el resto de año la cubren o la vacían. A diferencia de una piscina ecológica, que se preserva y es siempre bella en todas las 4 estaciones, permaneciendo cómo un elemento decorativo de tu jardín aun cuando no la utilices.

Una gran diferencia es que en una piscina ecológica no se usa el cloro.

En una piscina tradicional es necesario agregar cloro con una cierta frecuencia fija para bloquear la proliferación de algas y el asentamiento de bacterias malignas.

Si no se agregase el cloro frecuentemente, las bacterias malignas tendrían todo el espacio disponible para poderse reproducir.

Por otro lado, en una piscina ecológica el agua es depurada o dicho de otro modo depurada, gracias a las plantas acuáticas.

Asimismo, se crea un ecosistema natural, también desde el punto de vista bacteriológico.

Gracias a las plantas acuáticas se forman colonias de bacterias benéficas que son responsables de la fitodepuración, que imposibilitan la proliferación de bacterias malignas cómo por ejemplo la salmonella o legionela.

Existen numerosos estudiosos científicos que han demostrado que nadar en una piscina con cloro puede causar irritación en la piel, ojos y en las mucosas de las vías respiratorias. Nadar en agua clorada puede ser a la vez, relacionado con los síntomas de hiperreactividad bronquial, asma y rinitis, sobre todo en niños y en aquellos que nadan frecuentemente en piscinas.

El problema del cloro no existe en una piscina ecológica, ya que no se usa por ningún motivo.

Las plantas acuáticas desempeñan la función de depuración porque, durante la fotosíntesis liberan oxígeno en el agua a través de las hojas y raíces.

En el sustrato en el cual están plantadas se forman entonces, bacterias aeróbicas, es decir, bacterias que necesitan oxígeno para funcionar.

Estas bacterias se llaman nitrosomonas, nitrobacter y nitrospira, y son las encargadas de degradar sustancias contaminantes como el fosfato y compuestos nitrogenados, para convertirlas en sustancias inocuas y utilizables para el alimento de la planta.

Igualmente, elementos contaminantes cómo metales pesados son absorbidos por las plantas acuáticas.

El resultado final es una agua limpia, transparente, inodora, y con una sensación agradable para la piel, ojos y mucosas. Desde el punto de vista constructivo, hay diferencias significativas entre una piscina ecológica y una piscina tradicional.

En primera instancia, en una piscina ecológica hay dos zonas o vasos, una para las plantas o regeneración y una para bañarse, y típicamente son construidas con una tela en vez de cemento, también para brindarle un aspecto más familiar al de un estanque o mini lago.

Con respecto a la técnica, una piscina normalmente tiene un filtro de arena y bombas con caudales importantes, que conllevan a un alto consumo de corriente eléctrica.

A diferencia del caso de una piscina ecológica, que contiene bombas de muy bajo caudal para permitir el paso continuo de agua, entre la zona de nado y la zona de las plantas.

En una piscina ecológica, se usan bombas que consumen 80-100 w, siendo un porcentaje muy bajo en comparación con las bombas para piscinas convencionales que normalmente consumen 1500-2000 w.

En lugar de los filtros de arena, se usan filtros biológicos que completan el trabajo de la fitodepuración de las plantas. En estos filtros siempre hay esponjas, y dentro de ellas se forman las mismas bacterias responsables de la depuración, que asimismo se encuentran en las raíces de las plantas.

En cuanto a la manutención, para preservar la higiene en una piscina tradicional se usa el cloro en pastillas, junto al ácido isocianúrico, un estabilizador.

En el agua, el cloro debe siempre tener un cierto porcentaje de ácido isocianúrico. Si este no es suficiente, el cloro se evapora y no sirve de nada. Lo mismo sucede cuando se agrega demasiado, ya que, el cloro pierde la eficacia, convirtiéndose en un peligro para la salud de los usuarios.

Un problema importante que concierne a la manutención de una piscina tradicional es, que el ácido isocianúrico perdura en la piscina y no se degrada.

En una piscina tradicional, el agua debe cambiarse periódicamente, al menos parcialmente, y esto genera un problema ambiental por el vertimiento de agua con residuos de ácido.

En una piscina tradicional se necesitaría medir cada día el pH del agua para estar con certeza que todo se encuentre bien, porque si se altera cualquier cosa sería un perjudicial para la salud.

Obviamente todo este problema del control del agua, del ácido isocianúrico y del cambio del agua, ¡es inexistente en una piscina ecológica!

Los únicos trabajos de manutención en una piscina ecológica son, remover las partes secas de las plantas durante el invierno, y la limpieza común del fondo de la zona balnearia, que puede hacerse con una aspiradora o un robot, justo cómo en una piscina.

Otra diferencia relevante entre la piscina tradicional y una ecológica, es la burocracia.

De hecho, construir una piscina tradicional implica solicitar un permiso en la entidad territorial correspondiente. En añadidura, una piscina puede aumentar los impuestos de la vivienda porque la vuelve de lujo.

Con respecto a las piscinas ecológicas, tenemos la posibilidad de hacerla parecer a una piscina tradicional o a un estanque, según cómo sea construida.

Una piscina ecológica construida con una tela, sin hacer una estructura en cemento y haciéndola parecer al máximo posible a un mini lago con muchas plantas acuáticas, seguramente simplifica las cuestiones burocráticas.

Además, una piscina ecológica con muchas plantas acuáticas, que parece más un pequeño lago que una piscina, no hará cambiar la categoría del inmueble.

En fin, el último tema para comparar es el costo de la construcción.

Si quieres una piscina ecológica llave en mano, el costo de su construcción es equiparable al de una piscina tradicional, sin embargo, el costo de su manutención es extremadamente bajo. He profundizado acerca del costo de una piscina ecológica en este artículo.

Igualmente, es posible disminuir drásticamente el costo de construcción, y obtener al mismo tiempo un resultado probablemente mejor con respecto al que cualquier constructora especializada haría para estanques o piscinas.

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